Si algo tenemos claro, es que todo puto amo debe ser también forzosamente
el más fucker de su pandilla. ¿Alguna
vez has escuchado a alguien decir ‘’Mira ese monaguillo, es el puto amo’’ o ‘’Rober
va a celebrar sus bodas de plata, puto amo el tío’’? NO. Por mucho que nos
duela reconocerlo, si te acuestas con una sola mujer toda tu vida o
directamente no mojas ni pa’ trás,
jamás serás considerado como el puto amo. Sin embargo, entiendo que no siempre
es tan sencillo alcanzar cierto nivel en el noble arte del cortejo. Ya no
estamos hablando de lo bueno que seas en la cama ni de lo satisfactorias que
puedan ser en general tus relaciones sexuales. Lo que importa en poder restregarles
por la cara a tus amigotes que te has follado a muchas más tías que todos ellos
juntos. Recuerda: si no lo puedes contar al día siguiente, es como si no
hubiera pasado.
He aquí algunos sencillos trucos para ligar cueste lo que
cueste.
1-Ser asquerosamente atractivo.
Si tu madre fue considerada con su posible descendencia liándose
con un tío medianamente agraciado o simplemente has tenido mucha suerte en la
lotería genética, y por tanto, has nacido guapo, ya tienes un punto a tu favor.
Si es cierto que por media las mujeres suelen ser menos superficiales que los
hombre, también es una realidad el hecho de que la mujer que tú te quieres
tirar esta noche no va a rebajarse a contarle a sus amigas que se ha enrollado
con aquel tipo de la camiseta de Flash
y el pelo grasiento que le tiró los tejos en la discoteca. Para un lío de una
noche, buscarán a ese tío que ves pasar todos los días con la bolsa de deporte
y las mallitas ajustadas marcando musculitos y paquete en dirección al gimnasio,
lugar misterioso que nunca has tenido ni la intención de pisar. No tienes que
ser realmente un adonis. Pocos los somos. Pero si estás en el punto medio entre
el friki de la camiseta de Flash y el
guaperas musculado, aún puedes salvarte. Ponte tus mejores galas y espera a que
la mujer en cuestión esté lo suficientemente borracha para encontrarte arrebatadoramente
sexy. Ayudaría que te colocaras cerca del tipo del pelo grasiento que intentó
ligar con ella antes.
2-Ser la hostia de
gracioso.
NOTA: Cuando digo
divertido no me refiero a los siguientes casos:
-Imitar a Chiquito de la calzada (posiblemente mal)
-Contar chistes de toc
toc, ¿quién es?
-Tocarse la punta de la nariz con la
lengua o/y ponerse bizco.
-Hacer juegos de palabras y explicarlos después.
-Explicar cualquier chiste. Si no se ríe, es porque no es
gracioso, no porque no lo haya pillado. ¡Entiéndelo, joder!
-Parafrasear fragmentos de monólogos de Dani Rovira o Goyo Jiménez
(todo el mundo se los sabe de memoria, se te va a ver el plumero, chaval)
-Eructar el abecedario (a tus colegas les hará mucha gracia,
pero tus colegas son unos gilipollas. No lo olvides)
3-Estar forrado y
que se te vea de lejos
Se lo que estás pensando: ‘’ ¿Entonces las mujeres solo se me
acercarán por mi dinero?’’ ¡Sí! ¿Y qué? No estás buscando a tu futura esposa
con la que tendrás tres hijos, un golden retriever y una pintoresca casita con garaje
y jardín. Si esa despampanante rubia de voluptuosas curvas con aspecto de ángel
es en realidad una zorra interesada sin escrúpulos, a ti eso te la trae floja. Un
polvo es un polvo. Y aunque tengas la pasta suficiente como para contratar el servicio de una
profesional, es mucho mejor hacer como que te la has ligado por meritos
propios. Puedes permitirte ir tan llamativo como se te antoje. Ponte ese traje
blanco jodidamente caro y esa corbata chillona. Los ricos no son horteras, sino
excéntricos. También puedes completar el look
con unas cadenitas de oro y unas gafas de sol de marca. Fúmate un puro aunque
no te guste el tabaco y pide el whiskey más añejo que tengan en el local. Las
nenas irán a por ti como locas y se pelearán por tener la oportunidad de montárselo
contigo en la parte trasera de tu precioso Mercedez negro con cristales
tintados.
Quizás hay quien piense que ligar gracias a tu dinero es como
coger tus principios y tirarlos por la ventanilla del coche. Pero recuerda que
estás forrado y tienes un precioso Mercedez negro con cristales tintados.
Puedes comprarte otros principios nuevos cuando te apetezca.
4-Ser culto e
interesante
Si no eres guapo, ni tienes sentido del humor, ni estás en el
taco, siempre puedes acogerte a tu inteligencia natural y tu alto nivel
cultural. Recuerda que la mayoría de los tíos que van a estos antros son unos
cazurros sin remedio, y aunque normalmente una mujer que tiene los mismos
intereses que tú pensaría ‘’pa’ follar no hace falta hablar’’, a veces se
encuentran raros especímenes a los que sí les parece importante que el cociente
intelectual de la persona que van a pasarse por la piedra sea superior al de
Paquirrín. Si ves una chica con camisa de cuadros y gafas de pasta y no se está
dando el lote con otra chica, aprovecha su confusión al estar fuera de su hábitat
natural y asáltala cual buitre carroñero. Dile que tú no sueles venir a estos
sitios, pero que tus amigos te han obligado. No tiene por qué darse cuenta de
que no tienes amigos. Suéltale un rollo sobre política ecologista internacional,
lo mucho que te gusta la poesía africana y las películas independientes
polacas. Si realmente no eres tan hipster
como pretendes aparentar, echa mano de esa culturilla general que has adquirido
leyendo en el baño durante décadas. Con que
vea que tienes algo de materia gris en tu cabecita, le bastará para no sentirse
despreciable por haberse tirado a un completo imbécil. Para cuando se dé cuenta
de que eres por lo menos medio imbécil, ya habrás conseguido tu objetivo y podrás huir con tu estupidez.
5-Medidas
desesperadas: dar pena
Si resulta que no eres guapo, ni gracioso, ni listo y encima
no tienes un puto duro, solo te queda un último recurso: provocarle tanta
lástima que no sea capaz de perdonarse a sí misma por no acostarse contigo,
para que puedas al menos sentir algo de calor humano y no te plantees
seriamente el suicido. Claro, esto solo funciona con mujeres poco atractivas,
con la autoestima bastante baja y un gran corazón. Cuéntale tus penas, exagéralas,
y demuéstrale que por lo menos eres un
hombre sensible que solo quiere encontrar alguien que lo comprenda y lo arrope
en las frías noches de invierno. Esto, además de ser del todo patético, incluye
el terrible riesgo de acabar enredado en una relación formal no deseada. Si ella
es la mitad de desgraciada que tú, no va a soltarte a menos que encuentre algo
mejor, y ya sabemos cómo está el mercado si tú has conseguido pillar cacho con
tus escasas cualidades.
En el caso de que seas
un adefesio sin remedio, no haya un atisbo de gracia en tu cuerpo, estés en la ruina, te pierdas cuando haces
sumas llevando y no seas ni capaz de hacer que alguien se compadezca de ti
por todo lo anterior… ¿Tienes cloroformo? Y si ni siquiera sabes lo que es el
cloroformo o cómo se utiliza, ¿por qué cojones sigues vivo?
Bien me ayudo mucho
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